![Dorothy Vallens. Créditos: Blue Velvet.](https://static.wixstatic.com/media/d532c3_4c62cdcef0d14c33a96ab255597fb28a~mv2.jpg/v1/fill/w_980,h_490,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_avif,quality_auto/d532c3_4c62cdcef0d14c33a96ab255597fb28a~mv2.jpg)
Ayer, el mundo recibió la triste noticia del fallecimiento del onírico e inigualable David Lynch y no pude evitar reflexionar sobre el profundo impacto que su cine y su arte —pues además de cineasta fue pintor y músico— han dejado en mí. Tanto así que mi tesis incluyó el análisis de dos de sus películas más icónicas: Blue Velvet y Lost Highway.
Durante esos meses dedicados a explorar su obra, me impresionó su habilidad para confundir, perturbar y, al mismo tiempo, sumergir al espectador en un mundo surrealista cargado de significados ocultos. Podría extenderme hablando de cómo jugaba con las texturas, los colores o las constantes dualidades en su narrativa, pero en esta ocasión quiero centrarme en su manera de retratar los arquetipos femeninos. Desde la víctima hasta la femme fatale y la heroína, Lynch lograba dotar a cada una de estas figuras de una complejidad única que las hacía trascender cualquier cliché.
![Laura Palmer, Twin Peaks. Créditos: Twin Peaks.](https://static.wixstatic.com/media/d532c3_e154ef017f904f35830027ae141a9981~mv2.webp/v1/fill/w_980,h_653,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_avif,quality_auto/d532c3_e154ef017f904f35830027ae141a9981~mv2.webp)
La víctima, vulnerabilidad y trauma:
Lynch no esquiva mostrar la crudeza del sufrimiento femenino. Personajes como Laura Palmer en Twin Peaks o Dorothy Vallens en Blue Velvet son marcados por experiencias de abuso y dolor que revelan las profundidades más oscuras de los mundos que habitan. En ambos casos, vemos a mujeres que luchan internamente contra sus demonios, tanto de manera literal, como metafórica. Sin embargo, Lynch nunca las reduce a simples víctimas. Su sufrimiento es un espejo de la corrupción y la violencia sistémica que acecha lo cotidiano.
2 . La femme fatale, poder y misterio:
Por otro lado, Lynch también recurre al arquetipo de la femme fatale, pero lo reinventa. En Mulholland Drive, Rita y Betty representan la atracción y el peligro de la dualidad femenina, desdibujando los límites entre el amor, el deseo y la traición. De manera similar, Dorothy Vallens en Blue Velvet mezcla erotismo y fragilidad mientras navega en un mundo de violencia y control. En Lost Highway, Renee Madison y Alice Wakefield, interpretadas por Patricia Arquette, encarnan una dualidad aún más marcada: una figura que oscila entre la víctima atrapada en un ciclo de abuso y la femme fatale que manipula con su sensualidad y misterio. A través de estas mujeres, Lynch no solo explora el poder y el peligro que emanan, sino cómo ellas pueden transformar las narrativas que las rodean.
![Alice Wakefield, Lost Highway. Créditos: Lost Highway](https://static.wixstatic.com/media/d532c3_da715933402d420aa44cb571820380fc~mv2.jpg/v1/fill/w_980,h_529,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_avif,quality_auto/d532c3_da715933402d420aa44cb571820380fc~mv2.jpg)
La heroína, fuerza y redención:
Aunque muchas veces enfrentan situaciones desgarradoras, las mujeres de Lynch también son heroínas que encuentran maneras de resistir. El viaje de personajes como Nikki Grace en Inland Empire demuestra que incluso en los paisajes más surrealistas, las mujeres son agentes de cambio, capaces de confrontar sus demonios internos y externos.
Al final de su maravilloso viaje, Lynch nos dejó un legado que va más allá de las imágenes surrealistas y las tramas enrevesadas. Sus personajes femeninos trascienden las etiquetas, porque en sus películas, la víctima no se queda atrapada en su sufrimiento, la femme fatale no es solo erotismo y la heroína no es perfecta. A través de ellas y de su cine, Lynch nos invitó a cuestionarnos en más de una ocasión y a ser amantes de lo absurdo. Que su legado siga vivo y que descanse en paz el maestro de la narrativa surrealista.
Y hoy, es viernes otra vez, pero sin David Lynch.
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